



Conocernos a nosotros y nosotras mismas, reconocer nuestras capacidades y limitaciones para tomar control de nuestras acciones.

Impedir que usen nuestro cuerpo cuando nos sentimos incómodos o incómodas con ello; salgamos de esa relación lo antes posible. En lo posible, no lo permitamos y pidamos ayuda.

Razonar, analizar, discernir y tomar posición frente a los hechos de violencias como señal de nuestra autonomía.

Aprender a decir NO. No tener que agradar a cualquiera a cualquier precio. No permitir que invadan tu cuerpo

Tomar decisiones reconociendo nuestros límites y asumiendo la responsabilidad con conciencia de nuestras acciones.
